sábado, 20 de abril de 2013

Michael Corleone o cómo escapar de la gravedad del transgeneracional

¿Cuáles son las fuerzas que impiden a una persona cambiar? ¿Qué fuerzas hacen que una persona o grupos de personas se comporten como lo hacen y no de otra forma? ¿Por qué las personas se siente culpables? ¿Qué causa, en fin, la infelicidad? ¿Por qué yo, que lo tengo todo, siempre quiero más, acumular? ¿Qué empuja a una persona vivir en la incoherencia?
Como diría Bill Clinton en 1992, antes de ganar sus primeras elecciones: “¡Son las creencias, estúpido!”.
Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa, en su magna obra “Metagenealogía” (Ed. Siruela 2009), explican que nos asentamos sobre creencias que están grabadas en el nivel de los bisabuelos, en la cuarta generación anterior a nosotros. Descubramos cómo pensaban nuestros bisabuelos, en qué creían o dejaban de creer. Solo de esta forma sabremos por qué nos sentimos culpables, por qué somos infelices, por qué queremos siempre más, por qué nunca es nada es suficiente, por qué me desvalorizo y nunca soy suficiente por más que haga, por qué me rayo con aparentes “tonterías” y me como el coco con asuntos que parecen absurdos.
Mis ocho bisabuelos nacieron aproximadamente a mediados del siglo diecinueve, todos en España.El patio estaba en aquellos días como para no levantarse de la cama.
Guerras.Golpes de Estado a tutiplén. Fernando VII había muerto en 1833, y la heredera Isabel de solo tres años no podía reinar. Maria Cristina, su madre, gobernó hasta que Isabelita fue mayor. Y fue un desastre para los pobres, mis bisabuelos entre ellos.
En_lembranza_dos_condenados_pola_Inquisición._Ribadavia._Galiza_
La Inquisición fue definitivamente abolida el 15 de julio de 1834 por un Real Decreto firmado por ella. No hace falta que destaquemos aquí el transgeneracional tan bestia que tenemos en España de la Santa Inquisición de los Santos Cojones. Yo llevo información cuántica en mi ADN de un criptojudío delatado y muerto a la parrilla, o de una bruja desnuda pasada a cuchillo. Y tú querido lector, seas de España, Argentina, Méjico o Venezuela, también. La Inquisición fue mucha Inquisición.
Pero sobre todo hubo hambre, mucha hambre para las clases más humildes, que eran la mayoría. Traduzcamos hambre por el mandato biológico: “si no puedo comer moriré” . Ya me contarán si se hacía o no lo que fuera para comer. De manera que , ¿quiénes somos para juzgar?
Escasez. He aquí la más importante, en mi opinión, de todas las creencias limitantes. Creencias que hoy siguen vivitas y coleando en nuestra moderna, tecnológica y chachi-pirulisociedad moderna de consumo, por cierto en crisis ¡qué casualidad!.
Pues bien, la escasez, base de toda teoría económica moderna, es la mentira más grande ( y más brillante, he de admitir) jamás inventada para acojonar hasta el terror más primario a la plebe a base de miedo vírico por vena. El miedo es el mecanismo de control más eficaz. A la hora que escribo estas lineas se han producido explosiones en Boston y hace pocos minutos en Atlanta. Terror. Pánico.Control.
A nivel arquetípico, Estado es Padre. Miedo al padre, a desobedecer al padre. A ser repudiado por el padre, y por ende por toda la tribu. Muerte casi segura en el peor de los casos. En el mejor, vivir con la vergüenza.
Eso nos lleva al miedo. Miedo a morir de hambre, miedo a que me maten por pensar diferente,o por tener una sexualidad diferente. Miedo a morir de hambre yo y mis hijos si el cacique me echa del cortijo, si no le obedezco; o si trato de defender a mi hija o a mi mujer de que el cacique o los señoritos de sus hijos abusen de ellas. Alguno había que le echaba huevos al cacique, pero eran los menos, y terminaban teniendo “problemillas de muerte”.
Merece destacarse el papel de la mujer en esta época. Socialmente, la mujer era considerada un ciudadano de tercera y de cuarta categoría, una especie de paria, destinada al servicio del hombre, al que debía obediencia. No tenía derecho al voto,ni a hablar si no se le preguntaba antes, ni a pasear sola. No tenía derechos. Punto. Por cierto,no le estaba permitido abrir una cuenta bancaria por sí misma sin el permiso del marido. Esto se ha mantenido hasta 1975 en España. Obviamente, tampoco participaban en la elaboración de leyes hasta antes de ayer.
Los matrimonios solían celebrase entre personas muy jóvenes, entre los dieciséis y los veinte años. La mujer tenía que ser fiel. El hombre también, pero menos. Un aborto era motivo de vergüenza. Era frecuente perder varios hijos en edad infantil, como también que el niño naciera muerto. La mortalidad era alta y la esperanza de vida corta, entorno a los cincuenta años. No era infrecuente, tampoco, que si la familia era muy pobre y tenía hijos, ésta diera el hijo a orfanatos, regentados en su mayoría por órdenes religiosas. De ahí la palabra expósito.
Según Mariano Arnal: ” …dejar fuera de la casa (ex pósitus = puesto fuera) al recién nacido no deseado(…) La palabra y el concepto del abandono consentido de los hijos han perdurado en nuestra cultura hasta hace menos de medio siglo. El cristianismo le dio una forma más humana para los hijos abandonados, a los que recogió en los hospicios y en las casas de expósitos; y para las madres manteniendo su anonimato. Quedaron sin embargo profundas huellas de la crueldad en que estaba envuelto algo tan grave. La cuerda rompía, como siempre, por lo más flojo. Al no tener estos niños padres conocidos, se les ponían apellidos que delataban su condición de niños abandonados: el más cruel era el ponerles directamente Expósito de apellido. Todavía en 1921 la ley establecía en España que los expedientes para cambiarse el apellido de Expósito por cualquier otro, serían gratuitos. Entretanto se arbitraron otras fórmulas, como fue ponerles a estos niños como apellido el nombre del santo del día, y ya más adelante los apellidos que quisieran ponerles (elegidos arbitrariamente) los responsables del hospicio, que ejercían de tutores suyos.
La mujer se casaba para siempre y tenía que aguantar lo que fuera. Si el marido tenía muchas queridas, o se iba de putas, es que era muy macho y hasta admirado socialmente. Si lo hacía la mujer, era repudiada socialmente por adúltera, si es que estaba casada.En España hubo que esperar hasta el 26 de mayo de 1978 para que se derogaran los artículos 449 y 452 del Código Penal relativos al adulterio y al amancebamiento. Si no estaba casada, la “pena social” era el destierro, ya que se tenía que marchar del pueblo, pues allí ya no se casaría nunca y sería señalada de por vida como ” la fresca”.
Si eras homosexual y te descubrían, estabas muerto.El delito de sodomía se elimina en 1822 del Código Penal de España. La evolución hacia la aceptación de la homosexualidad, difícil y lenta, se vio interrumpida por la Guerra Civil y la dictadura franquista, que introdujo una feroz represión de los denominados violetas.
Quien haya leído a Pérez Galdós, Clarín o Baroja sabe de lo que hablo.¿Les suena el cuento? ¿Pues no parece que estemos hablando de algunos países hoy en día?
Conclusión: La cantidad de secretos que hay en nuestros árboles es morrocotuda, a consecuencia de las vergüenzas que había que tapar. Y ya se sabe: Secreto es equivalente a síntoma físico a la postre de tres o cuatro generaciones. La información tiende a expresarse siempre, y eso no hay quien lo pare.
Por lo tanto, respondamos a la preguntas del inicio:
Lo que me impide cambiar es la lealtad al clan,primero, y a la sociedad, después, a sus creencias. Nuestro cerebro mamífero lleva grabado a hierro que si soy diferente seré excluido, y no sobreviviré ahí afuera, en la hostilidad del mundo. Esta fuerza a la que desafío si cambio es la de la tradición, según Jodorowsky, o la Gravedad del clan y sus creencias, según principios de la física, centrífuga y pesada, que te arrastra hacia adentro.

Como a Michael Corleone en “El Padrino III”, que por más que trataba de hacer cosas legales, al final las otras familias le arrastraban a no abandonarles así como así. Ni siquiera pagando. ¿Recuerdan la escena repartiendo cheques a sus socios?Todos murieron, salvo el traidor Don Altobello. Michael Corleone devino uninfiel, y por eso lo mataron. No tenía el permiso de cambiar de creencias. Eso supone la muerte en según que sitios. Bert Hellinger llama a esto lealtad ciega.
En cambio, si muto, será lo nuevo,lo creativo lo que emerja,lo evolutivo. La consciencia se abrirá paso hacia un nuevo nivel. En física, esto es la fuerza electromagnética,siempre hacia afuera, centrípeta, ligera, volátil. También efímera, desapegada, como un mandala, símbolo de impermanecia.
Las personas se sienten culpables cuando habiendo desafiado la lealtad al clan, se creen sus propias creencias. -”No te creas tus creencias”- Dice mi doble, el sabio, el que nunca descansa.
Se trata de que seamos los X-Men de nuestro árbol, que hagamos algo nuevo, y no la misma murga de siempre. Basta de lealtades tóxicas. Despierten si quieren vivir libres. Si no quieren,se les respeta, pero por favor no jodan a los que sí quieren. No se lo tomen personal. Se les agradece el detalle.
© Raúl Durán Sánchez
Publicado originalmente en: http://bioneuroemocionandalucia.com/2013/04/16/michael-corleone-o-como-escapar-a-la-gravedad-transgeneracional

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