Marc
Mucha luz para Víctor Truviano
Mi amigo y hermano pránico Víctor Truviano pasa
momentos difíciles tras su grave accidente. Las condiciones que pusieron los
médicos del hospital de urgencias para atender a este argentino que no comía ni
bebía desde hacía cerca de seis años fueron que aceptara transfusiones y bebida.
Víctor, lejos de enfadarse se alegró porque vió aquello como un guiño del
destino. Mi amigo Vic sentía tristeza cuando la gente se incomodaba porque no
podía ni compartir un vaso de agua. Pidió mucho tiempo al universo volver a
beber al menos para integrarse más a este mundo extraño pero maravilloso. Hizo
intentos pero su cuerpo no aceptaba alimento ni líquido alguno. Ser un ser
excepcional, sano, con capacidad de regenerar su cuerpo, sus dientes, su
cabello, sus células; un ser increiblemente unido a la esencia de la vida que no
necesitaba comer o beber porque se alimentaba de prana, un alma errante
increiblemente evolucionada para este planeta, un ser estudiado por la misma
NASA porque es consciente de su respiración todo el tiempo... Ser un ser tan
especial tenía y tiene su lado oscuro. La soledad es muy grande para el que
respira a años luz del resto, por muy unido a la fuente que esté. Vivir en este
mundo tiene estas cosas...
Víctor era y es feliz por encima de cualquier circunstancia, pero me dió una nueva lección magistral cuando, con lágrimas en los ojos, daba las gracias al entrar al quirófano por esta nueva oportunidad de experiencia. Daba las gracias sin saber si podrá volver a caminar ante la intervención de columna a la que iba a ser sometido. Daba las gracias al universo, a su universo interior por haber escuchado sus deseos. Ahora ya podía beber, ya iba a poder compartir algo más con el resto de los humanos. Volvía de nuevo al mundo, a ser un poco más uno de nosotros. No podemos imaginar a veces que ser tan excepcional conlleva un gran peso. Ahora que Vic bebe y nos necesita un poco más parece haber escogido experimentar con el resto de mortales la fusión desde la densidad de la materia para no salir volando solo. Es como si hubiera decidido hundirse en el fango para reinventarse desde allí y resurgir regenerado, como el ave fenix. Para volar de nuevo, más adelante, pero esta vez junto a todos nosotros. Gracias por tu grandeza Vic.
Victor... a mi que me da que esta es una prueba que te has puesto para regenerarte tu mismo... y volver a caminar de una nueva forma, con nuevos ojos y aún más grande. Ya lo eres por ser, simplemente. Mucha luz, hermano.
Para conocer a este ser excepcional
y la conciencia pránica haz clic aquí
Víctor era y es feliz por encima de cualquier circunstancia, pero me dió una nueva lección magistral cuando, con lágrimas en los ojos, daba las gracias al entrar al quirófano por esta nueva oportunidad de experiencia. Daba las gracias sin saber si podrá volver a caminar ante la intervención de columna a la que iba a ser sometido. Daba las gracias al universo, a su universo interior por haber escuchado sus deseos. Ahora ya podía beber, ya iba a poder compartir algo más con el resto de los humanos. Volvía de nuevo al mundo, a ser un poco más uno de nosotros. No podemos imaginar a veces que ser tan excepcional conlleva un gran peso. Ahora que Vic bebe y nos necesita un poco más parece haber escogido experimentar con el resto de mortales la fusión desde la densidad de la materia para no salir volando solo. Es como si hubiera decidido hundirse en el fango para reinventarse desde allí y resurgir regenerado, como el ave fenix. Para volar de nuevo, más adelante, pero esta vez junto a todos nosotros. Gracias por tu grandeza Vic.
Victor... a mi que me da que esta es una prueba que te has puesto para regenerarte tu mismo... y volver a caminar de una nueva forma, con nuevos ojos y aún más grande. Ya lo eres por ser, simplemente. Mucha luz, hermano.
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