No. No es el mundo al revés, es lo normal en el Estado español: Un hombre en silla de ruedas, protesta pacíficamente (consideren su situación ¿podría ser de otra manera?), la policía lo atrapa, lo arroja dentro de uno de sus furgones, deja su silla abandonada y encima… lo juzgan a él. Hoy comienza en la Ciudad de la Justicia de Barcelona el juicio contra José Miguel Esteban, acusado de resistencia, desobediencia a los agentes de la autoridad y desórdenes públicos. …
José Miguel, que es discapacitado físico y se traslada con una silla de ruedas, participaba en una concentración ante la cárcel Modelo para pedir la liberación de la secretaria general de la CGT de Barcelona, Laura Gómez, cuando una furgoneta del Área de Recursos Regionales Operativos (ARRO) lo empezó a seguir. Un subinspector del ARRO que iba a pie al lado del furgón, intentó desviar la silla de ruedas de José Miguel hacia la calzada pero no lo logró, al ser ésta mecanizada, y entonces lo acorraló contra la pared, lo cogió a peso, lo lanzó dentro de la furgoneta, dejando la silla de ruedas en la acera, y lo condujeron a la comisaría. Al no tener la silla, José Miguel pasó un mal viaje en el furgón, en el suelo de la misma y sin sujeción. El resto de manifestantes cogieron la silla de ruedas y la llevaron a la comisaría de Les Corts donde había sido trasladado por los agentes. El detenido fue liberado a las dos de la madrugada (…) pero antes fue examinado por un médico ya que denunció que había sido agredido.
El Triangle
Fuente: A.C.A.B.
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